martes, 26 de agosto de 2014

LA NOTA MÁGICA : UNA OBRA DE TEATRO SOBRE GENTE DE LA BOCA

LA BOCA ES ES BARRIO CONOCIDO COMO UN BARRIO DE INMIGRANTES.
LA NOTA MÁGICA ES UNA OBRA DE TEATRO QUE IREMOS A VER EL PROXIMO VIERNES 5 DE SEPTIEMBRE. ACÁ PUBLICAMOS LA SINOPSIS Y ADEMÁS, INFORMACIÓN SOBRE LOS INMIGRANTES EUROPEOS QUE LLEGARON A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX, Y EL BARRIO LA BOCA  DÓNDE SE INSTALARON.



 

La obra habla en un tono porteño de las relaciones de un grupo de amigos, de un universo cerrado y al mismo tiempo gigante: el barrio. Y el emblema de este barrio es Gardel, la estatua viviente –que, para alivio de todos, existe– en la que se materializa el oráculo, como la ciudad de Delos para los antiguos griegos.
La orquesta en vivo y un fantástico grupo de actores cuentan, a través de canciones y bailes, lo que a todos nos importa: el AMOR, los sueños, la seducción y, claro, Gardel.
Conservate bueno.
Ricky Pashkus
"La Boca es mi taller mi refugio y mi modelo. Todo lo que hice y todo lo que conseguí es un premio a la fidelidad. En mi vida y en mi arte permanecí siempre fiel a mí gente, a mi puerto y a mi barrio" 
La Boca del Riachuelo es un barrio ubicado al sur de la ciudad de Buenos Aires.
Se encuentra habitado en su mayor parte por inmigrantes italianos, que llegaron a mediados del siglo pasado a nuestro país.
El Puerto de La Boca, por entonces, era el principal mercado de carbón de leña de la ciudad. Numerosas embarcaciones amarraban a sus muelles, donde hombres de fuerte contextura física, cargaban y descargaban mercaderías.
En esta ruda faena se encontraba don Manual Chinchel, oriundo de Génova, padre adoptivo de Benito Quinquela Martín.
Desde el Siglo XIX, fue prosperando la actividad portuaria. En ambas márgenes del Riachuelo se instalaron talleres metalúrgicos, astilleros, frigoríficos y establecimientos navales. La Boca era un barrio esencialmente obrero, sus habitantes vivían en precarias viviendas construidas de madera y chapas de cinc. Por ser un terreno bajo y anegadizo, edificaban sus casas, sobre pilotes de madera de quebracho. Sus ocupantes pintaban estas viviendas con el sobrante que les quedaba después de pintar las embarcaciones. De ahí, que las casas, presentaban distintos colores en sus frentes.
Poco a poco, el Barrio dejó de ser una comarca aislada. En 1870 líneas de ferrocarril urbano, unieron esta zona con Plaza Once. Por estos años, la Boca logró su autonomía jurisdiccional, contando con una modesta capilla, San Juan Evangelista, para poder albergar a sus fieles.
Los primeros pasos en la educación lo dieron Don Rafael Amato y Doña Maurice de Patrón, quienes supieron brindar una formación a los hijos de los inmigrantes que en su mayoría manejaban el dialecto xeneize. Social y culturalmente, se fue incrementando el número de instituciones al servicio de la comunidad, donde se desarrollaron distintas actividades de interés general. La importancia que tuvieron en la sociedad estas instituciones nos las hizo saber el mismo Quinquela a través del libro Vida de Quinquela Martín de Andrés Muñoz: "Como todo vecino de la Boca, tenía por fuerza que pertenecer a alguna agrupación yo me Inscribí en la Sociedad Unión de La Boca, dentro de la cual funcionaba el Conservatorio Pezzini Sttiatessi. El Salón Unión, como todos le decíamos en la Boca, era una especie de Academia Universal donde se enseñaba música, canto, dibujo, pintura, yeso, corte y confección y no sé cuantas cosas más."
Entre otras instituciones estaban, José Verdi 1878, la Yugoslava 1878, Bomberos Voluntarios 1884, Ligure 1885, La Española 1892, Torcuatto Tasso 1895 y Sol de Mayo 1898.
La Boca fue siempre un barrio esencialmente obrero. Ellos estaban representados en distintas agrupaciones gremiales, entre otras la de los estibadores, caldereros, calafeteros, carreros y los carpinteros de La Ribera. Juntos aunaron sus esfuerzos por un mejoramiento social.
Dentro del periodismo,  el Ancla- publicación bisemanal aparecida el primero de julio de 1875- fue el precursor de otras publicaciones que surgieron más tarde como "El Riachuelo”, "El Bohemio", "El Faro del Riachuelo" y "Cristóforo Colombo".
Dentro de las manifestaciones artísticas, el teatro tuvo su máxima expresión en el "Dante Alighieri" 1883. La tragedia y el drama italianos fueron los géneros más representados dentro de su sala.
El 13 de agosto de 1881, se inauguró el Ateneo Iris, en donde la Societá Filodramática, representó el drama lírico Aída. Un año antes, el piamontés Sebastián Gambaudi, abrió las puertas de la Confitería "Ligure" donde funcionó el Teatro Panterpe.
El tango también tuvo su espacio en los cafetines de la Boca. Entre los más conocidos podemos mencionar el "Café del Sur", el "Café de Nani" y el "Café Azul". Y no olvidemos que es en el tango en donde el Barrio de la Boca vio nacer a uno de sus exponentes: Don Juan de Dios Filiberto.

Antes de finalizar el Siglo XIX, La Boca era ya un barrio con perfil definido, que lo distinguía marcadamente del resto de la ciudad. Según el Censo Municipal de 1887, había en la zona 24.498 personas, distribuidas en 124 manzanas, donde el mayor núcleo de población estaba concentrado en la Vuelta de Rocha. Más del 70%, de la población se dedicaba a oficios ligados a la navegación, como marineros, caldereros, calafateros y armadores de barcos.
En 1897, Sofía Cattáneo describió así a este Barrio Porteño: "Un suburbio vastísimo. A pesar de su proximidad a la elegante ciudad mundana, este barrio tiene un carácter muy diverso y tan especial, que podrá considerárselo como si se hallara a más de cincuenta millas. El contraste proviene de la naturaleza del carácter, de las costumbres, de sus habitantes. Es un barrio popular donde hierve el trabajo y la vida". 
Este fue el Barrio en que creció Quinquela, quién supo captar su esencia y plasmarla en sus telas. El Riachuelo fue su inspiración artística más elocuente.
Muchos años más tarde, consagrado como el pintor de La Boca, materializó también en obras de bien público el amor que sintió por este lugar.

imigrantes italianos a fines
del siglo pasado




La obra habla en un tono porteño de las relaciones de un grupo de amigos, de un universo cerrado y al mismo tiempo gigante: el barrio. Y el emblema de este barrio es Gardel, la estatua viviente –que, para alivio de todos, existe– en la que se materializa el oráculo, como la ciudad de Delos para los antiguos griegos.
La orquesta en vivo y un fantástico grupo de actores cuentan, a través de canciones y bailes, lo que a todos nos importa: el AMOR, los sueños, la seducción y, claro, Gardel.
Conservate bueno.
Ricky Pashkus
"La Boca es mi taller mi refugio y mi modelo. Todo lo que hice y todo lo que conseguí es un premio a la fidelidad. En mi vida y en mi arte permanecí siempre fiel a mí gente, a mi puerto y a mi barrio" 
La Boca del Riachuelo es un barrio ubicado al sur de la ciudad de Buenos Aires.
Se encuentra habitado en su mayor parte por inmigrantes italianos, que llegaron a mediados del siglo pasado a nuestro país.
El Puerto de La Boca, por entonces, era el principal mercado de carbón de leña de la ciudad. Numerosas embarcaciones amarraban a sus muelles, donde hombres de fuerte contextura física, cargaban y descargaban mercaderías.
En esta ruda faena se encontraba don Manual Chinchel, oriundo de Génova, padre adoptivo de Benito Quinquela Martín.
Desde el Siglo XIX, fue prosperando la actividad portuaria. En ambas márgenes del Riachuelo se instalaron talleres metalúrgicos, astilleros, frigoríficos y establecimientos navales. La Boca era un barrio esencialmente obrero, sus habitantes vivían en precarias viviendas construidas de madera y chapas de cinc. Por ser un terreno bajo y anegadizo, edificaban sus casas, sobre pilotes de madera de quebracho. Sus ocupantes pintaban estas viviendas con el sobrante que les quedaba después de pintar las embarcaciones. De ahí, que las casas, presentaban distintos colores en sus frentes.
Poco a poco, el Barrio dejó de ser una comarca aislada. En 1870 líneas de ferrocarril urbano, unieron esta zona con Plaza Once. Por estos años, la Boca logró su autonomía jurisdiccional, contando con una modesta capilla, San Juan Evangelista, para poder albergar a sus fieles.
Los primeros pasos en la educación lo dieron Don Rafael Amato y Doña Maurice de Patrón, quienes supieron brindar una formación a los hijos de los inmigrantes que en su mayoría manejaban el dialecto xeneize. Social y culturalmente, se fue incrementando el número de instituciones al servicio de la comunidad, donde se desarrollaron distintas actividades de interés general. La importancia que tuvieron en la sociedad estas instituciones nos las hizo saber el mismo Quinquela a través del libro Vida de Quinquela Martín de Andrés Muñoz: "Como todo vecino de la Boca, tenía por fuerza que pertenecer a alguna agrupación yo me Inscribí en la Sociedad Unión de La Boca, dentro de la cual funcionaba el Conservatorio Pezzini Sttiatessi. El Salón Unión, como todos le decíamos en la Boca, era una especie de Academia Universal donde se enseñaba música, canto, dibujo, pintura, yeso, corte y confección y no sé cuantas cosas más."
Entre otras instituciones estaban, José Verdi 1878, la Yugoslava 1878, Bomberos Voluntarios 1884, Ligure 1885, La Española 1892, Torcuatto Tasso 1895 y Sol de Mayo 1898.
La Boca fue siempre un barrio esencialmente obrero. Ellos estaban representados en distintas agrupaciones gremiales, entre otras la de los estibadores, caldereros, calafeteros, carreros y los carpinteros de La Ribera. Juntos aunaron sus esfuerzos por un mejoramiento social.
Dentro del periodismo,  el Ancla- publicación bisemanal aparecida el primero de julio de 1875- fue el precursor de otras publicaciones que surgieron más tarde como "El Riachuelo”, "El Bohemio", "El Faro del Riachuelo" y "Cristóforo Colombo".
Dentro de las manifestaciones artísticas, el teatro tuvo su máxima expresión en el "Dante Alighieri" 1883. La tragedia y el drama italianos fueron los géneros más representados dentro de su sala.
El 13 de agosto de 1881, se inauguró el Ateneo Iris, en donde la Societá Filodramática, representó el drama lírico Aída. Un año antes, el piamontés Sebastián Gambaudi, abrió las puertas de la Confitería "Ligure" donde funcionó el Teatro Panterpe.
El tango también tuvo su espacio en los cafetines de la Boca. Entre los más conocidos podemos mencionar el "Café del Sur", el "Café de Nani" y el "Café Azul". Y no olvidemos que es en el tango en donde el Barrio de la Boca vio nacer a uno de sus exponentes: Don Juan de Dios Filiberto.

Antes de finalizar el Siglo XIX, La Boca era ya un barrio con perfil definido, que lo distinguía marcadamente del resto de la ciudad. Según el Censo Municipal de 1887, había en la zona 24.498 personas, distribuidas en 124 manzanas, donde el mayor núcleo de población estaba concentrado en la Vuelta de Rocha. Más del 70%, de la población se dedicaba a oficios ligados a la navegación, como marineros, caldereros, calafateros y armadores de barcos.
En 1897, Sofía Cattáneo describió así a este Barrio Porteño: "Un suburbio vastísimo. A pesar de su proximidad a la elegante ciudad mundana, este barrio tiene un carácter muy diverso y tan especial, que podrá considerárselo como si se hallara a más de cincuenta millas. El contraste proviene de la naturaleza del carácter, de las costumbres, de sus habitantes. Es un barrio popular donde hierve el trabajo y la vida". 
Este fue el Barrio en que creció Quinquela, quién supo captar su esencia y plasmarla en sus telas. El Riachuelo fue su inspiración artística más elocuente.
Muchos años más tarde, consagrado como el pintor de La Boca, materializó también en obras de bien público el amor que sintió por este lugar.

  POR JHENY DE 5° C T. T



imigrantes italianos a fines del siglo pasado

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